Una vez te escribí algo, te dije algo. Nos dijimos mucho y nos callamos más. Y ahora tan callada y tan lejos, una pequeña marea en oleadas suaves. No parecía posible. Y si llamas a mi puerta no estoy en casa. Y yo sé que estás pero no te huelo, no te escucho, no te siento. Mucho menos verte y nada de probarte. Quizá ya no seas tan grande.